Enlaces:

 

http://www.world-psi.org/sites/default/files/documents/research/sp_reduciendo_la_brecha_salarial.pdf

 

Chile:

 

http://www.tusalario.org/chile/main/salario/brecha-de-genero

http://www.dt.gob.cl/documentacion/1612/articles-99443_recurso_1.pdf

http://www.odepa.cl/odepaweb/publicaciones/doc/11140.pdf    -- Àpero c—mo se va a disminuir esta brecha sin un programa?

 

Guia_para_impulsar_la_equidad_de.pdf (2006)

 

Colombia:

 

http://www.tusalario.org/colombia/Portada/tusalario/brecha-de-genero

http://www.eluniversal.com/2011/08/23/equidad-salarial

 

Igualdad Salarial entre hombres y mujeres en Santiago de Cali de la legislaci—n a la realidad.pdf, ver en especial p‡gs. 36, 83 y 95; concepto de valor comparable

 

Perœ:

 

http://blog.pucp.edu.pe/item/191600/la-igualdad-salarial-y-el-derecho-de-igualdad-y-la-no-discriminaci-n-parte-ii

 

Espa–a:

 

http://www.igualdadenlaempresa.es/novedades/boletin/docs/Boletin_Igualdad_en_la_Empresa_(BIE)_n-7.pdf

 


 

Entendiendo la brecha salarialEntendiendo la brecha salarial y c—mo reducirla

 

La brecha salarial entre hombres y mujeres tiene varias causas. 

 

á      Las diferencias en la experiencia laboral, es decir, por asumir mayor responsabilidad por el cuidado de la familia y del hogar, muchas mujeres hacen pausas en su empleo o trabajan a tiempo parcial.

 

á      La feminizaci—n de ciertas ocupaciones, tambiŽn conocida como segregaci—n ocupacional. En casi todos los pa’ses, las mujeres en la fuerza laboral formal est‡n concentradas en pocas ocupaciones, sobre todo en servicios de educaci—n, salud y bienestar social; en cargos administrativos de la industria y el sector pœblico, y en la venta de productos de consumo.  Estas ocupaciones tienden a ser peor remuneradas que las ocupaciones consideradas masculinas. 

 

á      La discriminaci—n enfrentada en el trabajo. Las caracter’sticas de la mujer trabajadora (niveles de aptitudes, experiencia, educaci—n y formaci—n profesional) no explican la diferencia persistente entre los salarios de ellas y los de los hombres.  Las diferencias salariales se dan tambiŽn en casos en que la mujer tiene experiencia, aptitudes, formaci—n y calificaciones equivalentes a las del hombre. Con frecuencia las mujeres no reciben tantas prestaciones o derechos como los hombres, por ejemplo, complementos para la vivienda o bonificaciones.

 

á      La racializaci—n de las desigualdades salariales, que exist’an en su forma m‡s extrema en Sud‡frica bajo el apartheid. Los niveles de remuneraci—n de las mujeres negras, migrantes y de minor’as Žtnicas son los m‡s bajos, tanto en los pa’ses en desarrollo como en los industrializados.

 

á      La visi—n patriarcal que el hombre debe ser jefe de hogar y sostŽn de la familia, y  que por consiguiente, que el trabajo de mujeres debe considerarse como un suplemento al ingreso familiar.

 

 

Regla general:

 

Cuanto m‡s predomina la mujer en determinada ocupaci—n, m‡s baja es la remuneraci—n; inversamente, mientras mayor sea el predominio masculino en una ocupaci—n, m‡s alta su remuneraci—n. 

 

Hasta los hombres que trabajan en sectores altamente feminizados tienden a experimentar la discriminaci—n.  Por ejemplo, un ingeniero civil en un ministerio de la salud podr’a ganar menos que un ingeniero civil en un ministerio de energ’a.)

 

ÀCu‡les son las causas de esta brecha? )Cu‡les son las causas de esta brecha?

 

á      El trabajo de la mujer es subremunerado porque es subvalorado.

á      Las aptitudes de la mujer son subvaloradas porque se consideran como caracter’sticas naturales y no como habilidades adquiridas.

á      Existen prejuicios sexistas al evaluar el trabajo ejecutado por mujeres.

á      Existe la segregaci—n de la mujer en pocas ocupaciones, la mayor’a de baja remuneraci—n.

 

Las ocupaciones tradicionalmente femeninas hist—ricamente reciben un salario suplementario, porque en una visi—n hegem—nica patriarcal se ha presumido que el papel de sostŽn de la familia corresponde al hombre jefe de hogar, y no a la muje.r

 

En parte por sus desiguales responsabilidades familiares, muchas mujeres trabajan menos horas en sus empresas, por lo que tienen menos acceso a las oportunidades de formaci—n y de ascenso.

 

Las mujeres son objeto de discriminaci—n en la selecci—n de personal, la promoci—n en el trabajo, la formaci—n profesional y las jubilaciones.

 

Son excluidas de muchas ocupaciones eminentemente masculinas.

 

 

ÀC—mo podemos remediar o reducir la brecha salarial?)C—mo podemos remediar o reducir la brecha salarial?

 

 

Dos Estrategias:

 

ESTRATEGIA 1: Cambiar el valor social del trabajo tradicionalmente desempe–ado por mujeres

 

ESTRATEGIA 2: Remover barreras para que m‡s mujeres puedan acceder a una gama m‡s amplia de ocupaciones y ascender hacia cargos de mayor responsabilidad y de mayor remuneraci—n

 

En la primera estrategia, la revalorizaci—n de los trabajos hist—ricamente femeninos permite a las mujeres la opci—n de mantenerse en sus trabajos sin sacrificarse en tŽrminos salariales (o sea, sin subsidiar a sus empleadores. La revalorizaci—n pone los sueldos femeninos en la misma equivalencia con los sueldos masculinos. Se estima que el 25% de la brecha salarial obedece a la subvaloraci˜n de los trabajos femeninos.

 

En la segunda estrategia, a las mujeres se les abre m‡s opciones, entre ellas, la de integrarse en ocupaciones hist—ricamente masculinas, donde han sido excluidas, y donde se gana mejor. Se considera que el 75% de la brecha salarial existente,  obedece a la exclusi—n hist—rica de las mujeres que se  expresa en menores  oportunidades para acceder al empleo, promocionarse e integrarse a puestos de trabajo donde est‡n las remuneraciones m‡ximas.

La igualdad de remuneraci—n por un trabajo de igual valor, es el principio dise–ado para alcanzar la Òequidad salarialÓ. La equidad salarial se refiere a una remuneraci—n justa, sin embargo, estos dos tŽrminos a menudo se emplean indistintamente. Ambos, tienen que ver con corregir la minusvaloraci—n de los empleos desempe–ados habitualmente por mujeres.

ÀQué es un trabajo igual?: cuando dos personas realizan un trabajo que es igual, o similar, deber’an recibir la misma remuneraci—n. Una forma clara de discriminaci—n salarial se da, cuando las mujeres reciben un salario inferior que los hombres, cuando llevan a cabo un trabajo igual o similar.

ÀQué es un trabajo de igual valor?: la igualdad de remuneraci—n por un trabajo de igual valor cubre no solo casos en los que mujeres y hombres desempe–an un trabajo igual o similar, sino tambiŽn la situaci—n m‡s habitual en la que desempe–an trabajos diferentes. Cuando mujeres y hombres llevan a cabo un trabajo de contenido diferente, que requiere de capacidades o cualificaciones diferentes y que se desempe–a en condiciones diferentes, pero que en general es de igual valor, deber’an recibir una remuneraci—n igual.

El concepto de valor igual se aplica cuando los trabajos que desempe–an mujeres y hombres:

-       Se llevan a cabo en condiciones diferentes.
- Requieren cualificaciones y capacidades diferentes.
- Requieren niveles de esfuerzo diferentes.
- Implican responsabilidades diferentes.
- Se llevan a cabo en condiciones diferentes.
- Requieren cualificaciones y capacidades diferentes.
- Requieren niveles de esfuerzo diferentes.
- Implican responsabilidades diferentes.
- Se llevan a cabo en lugares o empresas diferentes, o para personal empleador distinto.

Bolet’n Igualdad Empresa VII - Espa–a

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