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¿Qué hay de nuevo?

Equidad Salarial en el Cono Sur - 2015

Resumen: Daina Green, Especialista en Equidad de Género (Canadá)

 

Objetivo y Oportunidades

 

La brecha salarial de género en los países del Cono Sur es grande y persistente.  Una parte importante de la brecha se atribuye a la infravaloración del trabajo tradicional femenino. Algunos gobiernos de la región han intentado formular leyes para dar efectividad al Convenio 100 de OIT.  Sin embargo, en ningún caso se ha logrado una implementación efectiva del principio clave de salario igual por trabajo de igual valor entre mujeres y hombres.  La materia del Convenio 100 es considerada uno de los derechos fundamentales laborales.

 

La Internacional de Servicios Públicos (ISP) en el Cono Sur, ha hecho muchos esfuerzos por mantener el tema en la agenda de políticas públicas.  Esta organización, junto con otras instancias de promoción de la equidad de género, ahora puede aprovechar actividades exitosas en otras regiones para demostrar la viabilidad de implementar la equidad salarial.  Es un tema exigible que se da en una coyuntura en la que los gobiernos están más sensibilizados que nunca al tema de equidad de género.

Antecedentes

 

Los países de Argentina, Chile, Paraguay y Uruguay son signatarios al Convenio 100 de OIT sobre la equidad de remuneración entre hombres y mujeres por trabajo de igual valor.

 Algunos gobiernos de la región han intentado formular leyes para dar efectividad al Convenio 100.  Sin embargo, en ningún caso se ha logrado una implementación efectiva de este principio clave.

 Chile aprobó una ley sobre salario igual por igual trabajo en 2009, pero el mecanismo previsto en la ley fue muy difícil de aplicar, y la ley es considerada como letra muerta. En todo caso, no se aplicaba al sector público, ni tampoco servía para definir la comparabilidad entre puestos u ocupaciones masculinos y los puestos donde predominan las mujeres. Por lo tanto, la ley no ayudó a la gran mayoría de mujeres que laboran en ocupaciones dominadas por mujeres y que tienen una remuneración inferior.  El Ministerio del Trabajo puso en la agenda de 2015 la modificación de la ley de equidad salarial para mejorar su implementación, pero debido a otros sucesos en el país, ahora parecer ser un objetivo menos prioritario.

 El Senado del Uruguay está considerando actualmente un proyecto de ley que contempla el mismo enfoque de la ley chilena fracasada.

 La Ley de Contrato de Argentina afirma los principios del Convenio 100 a nivel nacional, pero el mismo gobierno reconoce que no ha habido voluntad política para poner en práctica estos principios.  La discriminación económica se considera como una manifestación de violencia contra mujeres.  Sin embargo existen posibilidades de introducir tales medidas interesantes a través de programas o políticas nacionales y regionales de equidad de género.  Bajo la administración del Ministro del Trabajo Carlos Tomada, se formó una instancia tripartita nacional que se ha pronunciado sobre el tema, la  Comisión para el Trabajo con Igualdad de Oportunidades (CTIO). Cuenta con participación de las organizaciones sindicales.

 No hay información acerca de la acción del gobierno de Paraguay con respecto a este tema. El Plan de Igualdad 2008-2017 no parece tocar el derecho al salario de igualdad.

Los Sindicatos Promueven la Equidad (Campaña Equidad de Remuneración Ya)

 

La ISP desarrolló una campaña mundial sobre el derecho a la equidad de remuneración, que llevó un programa de sensibilización entre afiliados de la ISP en los países del Cono Sur.  La campaña de 10 años terminó en el 2012. 

 Actualmente la ISP promueve un enfoque de transversalización de la perspectiva de género en todos sus programas. 

Cómo efectivizar el principio de salario igual por trabajo de igual valor

 

La metodología más aceptada para determinar comparaciones entre puestos femeninos y masculinos de igual valor es la evaluación de puestos sin sesgos de género.  Estos ejercicios se han implementado a gran escala en los países de Europa, Norte América y Oceanía, donde existen programas legislados de equidad salarial.

 Al mismo tiempo, faltan experiencias concretas en esta región para demostrar la factibilidad de la evaluación de puestos.

 Un estudio apoyado por la ISP y la OIT en una empresa de agua y saneamiento del Perú demostró la viabilidad de aplicar herramientas no sexistas para corregir distorsiones en las escalas de remuneración.  El proyecto terminó en julio de 2015, y sus resultados serán difundidos ampliamente en un cercano futuro por la OIT. 

 El estudio de basó en la aplicación de herramientas de evaluación de puestos con perspectiva de género que fueron desarrolladas por la ISP en la subregión andina.  La evaluación de todos los puestos de la empresa, realizada por un comité interno del sindicato y de la empresa, reconoció el valor del trabajo administrativo (donde predominan las mujeres) a la par con el trabajo operativo (realizado casi exclusivamente por hombres de la empresa). El ejercicio conducirá a la negociación colectiva tendiente a eliminar la discriminación de género en la escala de remuneraciones.

 Hay poco personal especializado en la evaluación de puestos con perspectiva de género en la región. Ello constituye un obstáculo para la implementación de programas de equidad salarial. Sería ideal capacitar a un grupo de sindicalistas feministas en la metodología y a la vez implementar algunos proyectos piloto en instancias de los servicios públicos dónde será posible visibilizar la infra-valoración del trabajo tradicional de mujeres.  Es más factible buscar esta evidencia en sectores altamente feminizados tales como el cuidado de enferm@s, ancian@s y niñas y niños, el trabajo administrativo de oficina, y la atención a usuari@s.




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